PSICOLOGÍA Semana N° 15
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Se analizan las distintas etapas del desarrollo, incluyendo la etapa prenatal, infancia, niñez temprana, niñez intermedia y adultez. Se explican los cambios que ocurren en tres dimensiones: física, cognitiva y social. Estos cambios son influenciados por variables genéticas y no genéticas, como la herencia y el entorno prenatal. El aprendizaje, el entorno familiar, el entorno escolar y el contexto sociocultural también afectan el desarrollo. Se plantea la teoría del ciclo de vida, que ha evolucionado a lo largo del tiempo. Se describen las etapas actuales, incluyendo la adultez temprana, adultez intermedia, adultez tardía y la nueva noción de adultez mayor. En resumen, el desarrollo humano implica cambios en las dimensiones física, cognitiva y social, influenciados por diversas variables y contextos.
Desarrollo Humano
Etapa Prenatal
La etapa prenatal es la primera etapa del ciclo vital humano que abarca desde la concepción hasta el momento del nacimiento. Durante este período, se pueden identificar tres subetapas o periodos distintos.
El primer período es el periodo del huevo o cigoto, que ocurre durante las dos semanas siguientes a la concepción. Durante este tiempo, el cigoto experimenta una rápida multiplicación celular en la trompa de Falopio. Cada célula se divide en dos, y este proceso continúa hasta que se forman tantas células como las que tiene el organismo completo. En esta etapa, la característica principal es la división y multiplicación celular.
Después de las dos primeras semanas, el cigoto desciende al útero, generando prolongaciones que le permiten adherirse a las paredes uterinas. En este punto, el embrión se forma y se desarrolla desde la semana 3 hasta la semana 8 de gestación. Durante esta etapa embrionaria, las células se organizan en capas y se diferencian en diferentes tejidos y sistemas. El ectodermo forma la epidermis, el sistema nervioso y el cabello. El mesodermo da lugar a los músculos, los huesos y el sistema circulatorio. El endodermo se convierte en los tejidos blandos, el sistema digestivo y los pulmones. Desde la tercera hasta la octava semana, todos los sistemas comienzan a definirse y a esbozarse.
A partir de la novena semana y hasta la semana 36 o 40, el embrión ya ha esbozado sus sistemas y estructuras. Durante este período, cada uno de los sistemas se perfecciona y depura. El sistema nervioso, con el cerebro como líder, comienza a controlar las funciones biológicas del resto de los sistemas. Aunque el feto tiene el tamaño de la uña del pulgar, ya muestra una forma humana diferenciada. Desde la semana 9, se considera feto y su principal desarrollo implica un crecimiento continuo y la mejora de las estructuras y el funcionamiento de los sistemas.
En cuanto a los cambios cognitivos y psicosociales durante la etapa prenatal, se pueden identificar ciertos aspectos. A nivel cognitivo, el único cambio significativo es la presencia de reflejos y la capacidad de aprender a reaccionar ante estímulos específicos. Los reflejos son una manifestación de la actividad cerebral y representan una forma rudimentaria de aprendizaje en esta etapa.
A nivel psicosocial, se establece una forma de comunicación entre el feto y la madre. Aunque esta comunicación es diferente a la que estamos acostumbrados, existen interacciones entre la madre y el feto a través de descargas hormonales y neurotransmisores. La madre habla al feto y esto puede tener un efecto tranquilizador. Aunque limitada, esta comunicación constituye un aspecto psicosocial en la etapa prenatal.
En resumen, la etapa prenatal abarca desde la concepción hasta el nacimiento y se divide en tres periodos: el periodo del huevo o cigoto, el periodo embrionario y el periodo fetal. Durante esta etapa, se producen importantes cambios a nivel celular y de desarrollo de los sistemas del organismo. Aunque los cambios cognitivos son limitados, se pueden observar reflejos y aprendizaje ante estímulos. Además, existe una forma de comunicación entre el feto y la madre, que involucra descargas hormonales y neurotransmisores.
Etapa Prenatal
Infancia
Exploraremos el periodo de la infancia, desde el nacimiento hasta los 3 años, y los cambios físicos, cognitivos y psicosociales que ocurren durante esta etapa. Durante los primeros meses de vida, el bebé muestra reflejos que van desapareciendo gradualmente a medida que aprende a realizar movimientos voluntarios. A partir del año y hasta aproximadamente año y medio, uno de los principales cambios físicos es el dominio y la capacidad de caminar, lo que impulsa el desarrollo de habilidades motoras gruesas.
En cuanto al desarrollo cognitivo, durante el primer año el niño experimenta un pensamiento sensorio-motor, basado en las sensaciones y movimientos. A medida que crece, adquiere la capacidad de imitar en ausencia de un modelo y desarrolla la permanencia del objeto, lo que demuestra que reconoce que los objetos no desaparecen. Hacia los 3 años, surge la función simbólica, donde el niño comienza a utilizar símbolos y juega simbólicamente, creando historias con ellos.
En términos psicosociales, según la teoría de Erikson, el primer conflicto que enfrenta el niño es la confianza versus la desconfianza, donde desarrolla un apego y confianza hacia la figura de cuidado. A medida que aprende a confiar en otros y se siente seguro explorando, supera este conflicto. El segundo conflicto ocurre entre los 2 y los 3 años, y se refiere a la autonomía versus la vergüenza. El niño comienza a ser más autónomo pero puede experimentar dudas y vergüenza al intentar hacer cosas por sí mismo.
En resumen, durante la infancia se producen importantes cambios físicos, cognitivos y psicosociales. Los bebés desarrollan habilidades motoras gruesas y van superando los reflejos iniciales. A nivel cognitivo, pasan por etapas de pensamiento sensorio-motor, adquieren la permanencia del objeto y desarrollan la función simbólica. En el ámbito psicosocial, experimentan conflictos de confianza versus desconfianza y autonomía versus vergüenza, que les permiten desarrollar actitudes y conciencia de sí mismos.
Infancia
Niñes Temprana
La etapa de la niñez temprana, que abarca de los 3 a los 6 años, es un período crucial en el desarrollo de los niños. Durante esta etapa, se observa un continuo crecimiento físico y los niños comienzan a adquirir proporciones más similares a las de los adultos. Por ejemplo, mientras que cuando eran más pequeños, su cabeza representaba aproximadamente un tercio de su longitud total, a los 4, 5 o 6 años, la cabeza ya no ocupa esa misma proporción debido al crecimiento del tronco y las extremidades. En términos generales, el crecimiento se vuelve más proporcional al del adulto.
En cuanto al apetito, en esta etapa de la niñez temprana se observa una disminución en la frecuencia de las comidas. Los niños ya no necesitan comer cada dos horas y comienzan a tener un horario de alimentación similar al de los adultos, con desayuno, almuerzo, comida, media mañana y media tarde. Sin embargo, es importante destacar que pueden surgir problemas relacionados con el sueño durante este período. A medida que el niño adquiere la capacidad de retener objetos y de pensar de manera más rudimentaria, puede experimentar dificultades como pesadillas y sueños vívidos.
La niñez temprana también marca el inicio del desarrollo de la lateralidad, es decir, la preferencia por el uso de una mano o de un lado del cuerpo. Aunque la lateralidad se manifiesta en los ojos, las manos y los pies, generalmente se observa con mayor claridad en el uso de la mano. Un niño se considera diestro si su mano dominante es la derecha, y zurdo si su mano dominante es la izquierda. Este desarrollo de la lateralidad se define principalmente en los años comprendidos entre los 3 y los 6, y tiene un impacto significativo en el desarrollo de habilidades motoras finas.
Durante la niñez temprana, las habilidades motrices gruesas continúan perfeccionándose y desarrollándose. Los niños adquieren la capacidad de bailar y realizar movimientos más sofisticados. Al mismo tiempo, también se van afinando las habilidades motoras finas, que son fundamentales para actividades como cortar, rasgar, pintar, dibujar y escribir. Estas habilidades motoras finas desempeñan un papel crucial en el desarrollo cognitivo y son de gran utilidad en la vida cotidiana.
A nivel cognitivo, la niñez temprana se caracteriza por la adquisición del pensamiento preoperacional. Este tipo de pensamiento se refiere al período anterior a la adquisición de dos operaciones fundamentales: la conservación y la reversibilidad. La conservación implica comprender que ciertas propiedades de los objetos se mantienen constantes a pesar de cambios en su apariencia física. La reversibilidad, por otro lado, se refiere a la capacidad de comprender que un objeto puede regresar a su estado original después de haber experimentado una transformación.
El pensamiento preoperacional se caracteriza principalmente por el egocentrismo, es decir, el niño tiene dificultades para adoptar la perspectiva de otra persona. El pensamiento egocéntrico implica que el niño solo puede ver las cosas desde su propia perspectiva y no puede ponerse en el lugar de los demás. Por ejemplo, si se le pregunta cuántos hermanos tiene, puede responder únicamente en función de su propia experiencia y no puede comprender la perspectiva de otra persona que no tenga hermanos. Además, el pensamiento egocéntrico conduce al animismo infantil, donde el niño atribuye características de vida a objetos inanimados. El niño puede creer, por ejemplo, que la mesa es “mala” si se golpea con ella, o que la luna baja cuando viaja en un automóvil.
El pensamiento preoperacional también se caracteriza por ser sincrético, lo cual significa que el niño se guía por las apariencias y no realiza un análisis profundo de lo que percibe. Confía en sus sentidos y en lo que ve u oye, sin considerar otros aspectos. Esto puede llevar a malentendidos, ya que el niño puede creer que eventos aparentemente relacionados siempre ocurren juntos. Por ejemplo, si su madre le dice que si no come la sopa, el barrendero se lo llevará, el niño puede creer que esto sucederá simplemente porque lo escuchó, sin analizar la lógica detrás de la afirmación.
A nivel psicosocial, la niñez temprana está marcada por el conflicto entre la iniciativa y la culpa. El niño comienza a darse cuenta de que puede tomar la iniciativa en diferentes actividades y utiliza su imaginación para explorar y experimentar. Sin embargo, también puede experimentar sentimientos de culpa cuando no cumple con las expectativas de los demás o cuando se aparta de lo que se considera aceptable. Además, durante esta etapa se va consolidando la identidad de género, aunque de manera superficial. Los niños identifican su género basándose en características externas como la apariencia física, la vestimenta o el grupo al que pertenecen.
En resumen, la niñez temprana, que comprende de los 3 a los 6 años, es una etapa crucial en el desarrollo de los niños. Durante este período, se producen cambios significativos en el crecimiento físico, el apetito, el desarrollo de habilidades motoras, el pensamiento cognitivo y el desarrollo psicosocial. Los niños experimentan el mundo desde una perspectiva egocéntrica, basada en el pensamiento preoperacional, lo que puede influir en su percepción de sí mismos y de su entorno. A medida que avanzan en esta etapa, comienzan a explorar su iniciativa, pero también pueden enfrentar conflictos emocionales y desarrollar una identidad de género superficial. Es esencial comprender y apoyar el desarrollo de los niños en esta etapa crucial para sentar las bases de su crecimiento y bienestar futuro.
Niñes Temprana
Niñes Intermedia
Desarrollo de la niñez intermedia: Crecimiento físico, pensamiento operacional y desarrollo psicosocial
En esta lección nos centraremos en el periodo de la niñez intermedia, que abarca desde los 6 hasta los 11 años. Durante este periodo, los niños asisten a la educación primaria, ya que el sistema educativo ha dividido la educación en ciclos. En términos de desarrollo físico, el crecimiento corporal continúa, pero a un ritmo más lento que en etapas anteriores, como los 1 a 3 años o los 3 a 5 años, por ejemplo.
En cuanto al desarrollo cognitivo, en esta etapa observamos la aparición del pensamiento operacional. El pensamiento operacional implica la realización de operaciones mentales y procesos psicológicos. Dos características importantes del pensamiento operacional son la reversibilidad y la conservación. Cuando hablamos de reversibilidad, nos referimos a la capacidad del niño para regresar al punto de origen de un objeto o situación. Por ejemplo, si le damos a un niño una botella de gaseosa y luego le presentamos un vaso más corto pero más ancho, el niño puede espontáneamente volver a colocar la gaseosa en la botella sin problemas, comprendiendo que la cantidad sigue siendo la misma. Esto se conoce como reversibilidad.
Otra característica importante es la conservación, que se refiere a la comprensión de que la cantidad o sustancia de un objeto se conserva a pesar de los cambios en su apariencia. Por ejemplo, si un niño tiene una bola de plastilina y su hermano la aplasta, el niño comprende que la cantidad de plastilina sigue siendo la misma, aunque la forma haya cambiado. Estas habilidades de reversibilidad y conservación permiten al niño comprender las clases y categorías, ya que un objeto puede tener diferentes características pero aún pertenecer a una clase específica.
Es importante destacar que estas operaciones lógicas son aplicables a objetos y situaciones concretas. Cuando nos referimos a una situación concreta, nos referimos a algo que el niño puede tocar o imaginar. Durante esta etapa, su razonamiento lógico se limita a las cosas que puede experimentar directamente o imaginar en su mente. Por ejemplo, si se le pide al niño que vaya al mercado y compre tres kilos de café, dos kilos de azúcar y cuatro kilos de arroz, él puede realizar la operación y determinar cuántos kilos tiene en total, ya que conoce los objetos a los que se refieren.
En cuanto al desarrollo psicosocial, durante la niñez intermedia, los niños enfrentan un conflicto denominado “laboriosidad versus inferioridad” según Erikson. Durante esta etapa, el niño se vuelve laborioso, se esfuerza y se empeña en realizar su trabajo, ya que lucha contra el sentimiento de inferioridad. No quiere sentirse inferior o menos capaz que los demás. Su pensamiento operacional concreto también le permite comprender y participar en juegos con reglas. El niño entiende que las reglas son necesarias y se aplican tanto a él como a los demás. Aunque a veces las reglas pueden ir en contra de sus deseos, aprende a someterse a ellas en los juegos y en muchas actividades de su vida.
En resumen, durante la niñez intermedia, los niños experimentan un crecimiento físico más lento pero continuo. A nivel cognitivo, desarrollan el pensamiento operacional concreto, que incluye habilidades como la reversibilidad y la conservación. En el ámbito psicosocial, se enfrentan al conflicto entre la laboriosidad y la inferioridad, y aprenden a participar en juegos con reglas. Es importante tener en cuenta que su pensamiento operacional se limita a objetos y situaciones concretas que pueden tocar o imaginar. Este periodo de desarrollo sienta las bases para futuros avances en su educación y crecimiento personal.
Niñes Intermedia
Ejercicios de Psicología semana 15
Ejercicios de Psicología S15: Desarrollo humano y cambios en la adolescencia
En estos ejercicios, vamos a revisar preguntas que nos ayudarán a aclarar los contenidos relacionados con el desarrollo humano. Comencemos con la primera pregunta. María, después de varios años, decide llamar a la casa de su comadre y se sorprende al escuchar la voz gruesa y grave de su hijo de aproximadamente 17 años. El cambio en el tono de voz de la adolescente se debe a su experiencia, repetición, maduración, percepción o aprendizaje. En realidad, este cambio en el tono de voz es un resultado natural de la maduración, no se debe a la práctica, herencia o cualquier otro factor externo. Por lo tanto, la respuesta correcta es la opción marcada con la letra “c”.
Pasemos a la siguiente pregunta. Marta, una estudiante de psicología, está realizando una investigación sobre los cambios físicos y psicológicos en la adolescencia. Esta área de estudio se conoce como psicología del desarrollo. Por lo tanto, Marta está trabajando dentro del campo de la psicología del desarrollo.
Ahora veamos la siguiente pregunta. Mientras Mariela le hablaba a su bebé nonato de cinco meses, la ecografía mostraba un incremento en el ritmo cardíaco y la actividad neuronal. Estos cambios son evidencia del desarrollo del feto en la dimensión física, cognitiva o psicosocial. Dado que la comunicación está involucrada en este caso, podemos decir que también muestra el desarrollo psicosocial del feto. Los aspectos relacionados con la comunicación están vinculados a la dimensión psicosocial del desarrollo del individuo.
Continuemos con la siguiente pregunta. Rosita y Pedro se sienten felices porque notan que su bebé de dos meses cierra la mano y la presiona cuando colocan su dedo en la palma de su mano. Esta acción demuestra el cariño del bebé o el hecho de que se sienta seguro. Sin embargo, en realidad, esto es un reflejo automático llamado “reflejo de aprensión de Darwin”. Cuando se le coloca un objeto en la palma de la mano, el bebé lo cierra automáticamente como una forma de reacción involuntaria. Por lo tanto, la respuesta correcta en este caso es la opción marcada con la letra “c”.
Veamos ahora la siguiente pregunta. La mamá de De la Narra cuenta cómo su hija encontró un tesoro escondido utilizando un mapa durante un campamento en el colegio. Basándonos en el relato, podemos afirmar que la niña es muy afortunada y sabe aprovecharlo. Sin embargo, como estamos hablando de desarrollo, la suerte no explica nada en este contexto. Lo que podemos inferir es que la niña ha alcanzado un nivel de pensamiento operacional concreto. El pensamiento operacional concreto se refiere a la capacidad del niño para razonar lógicamente a partir de situaciones concretas. En este caso, la situación concreta es el uso del mapa y la capacidad de seguir las indicaciones. Por lo tanto, la respuesta correcta es la opción marcada con la letra “b”.
Analicemos la última pregunta. Cook observa cómo su mamá vierte limonada de una jarra en cuatro vasos y, contento, le dice a su madre que ahora tienen más limonada. A partir de este relato, podemos inferir que el niño es muy observador y optimista. Sin embargo, en términos de desarrollo, esto no se refiere a su inteligencia operacional abstracta. En cambio, este ejemplo ilustra el juego simbólico, donde el niño utiliza símbolos para crear historias. Además, el niño posee un pensamiento preoperacional, que se caracteriza por ser sincrético, es decir, basarse en las apariencias y no analizarlas en profundidad. En este caso, el niño ve que la limonada se encuentra en más recipientes y asume que hay más limonada disponible. Por lo tanto, la respuesta correcta es la opción marcada con la letra “d”.
Ejercicios de Psicología semana 15
EJERCICIOS DE PSICOLOGÍA Semana N° 15 (Completo) Ciclo 2017 II
Psicología S15 2017 II: Desarrollo cognitivo, emocional y psicosocial
En la primera parte, hablaremos sobre los efectos de la rubéola durante el embarazo y los factores biológicos que influyen en el desarrollo del niño.
Durante los primeros tres meses de embarazo, si una mujer contrae rubéola, los efectos pueden variar desde la muerte del feto hasta el nacimiento de un niño con microcefalia, problemas cardíacos y sordera. Estas malformaciones son resultado de un factor congénito, es decir, agentes externos que ingresan y afectan la estructura biológica del feto. Por otro lado, si una mujer contrae rubéola después de los tres primeros meses de embarazo, el virus no afectará al niño.
El desarrollo del niño durante el embarazo se ve influenciado por tres factores: los factores hereditarios, que determinan características físicas como el color de cabello y ojos; los factores de maduración, que permiten la evolución y desarrollo espontáneo de los sistemas del individuo; y los factores congénitos, que son agentes externos que pueden dañar o retrasar el desarrollo normal.
En la siguiente parte, abordaremos el pensamiento infantil y su relación con la realidad y las apariencias. Muchas veces, los niños confunden la realidad con las apariencias, como el caso de Carlitos, quien cree que al ponerse una capa en la espalda podrá volar como sus héroes favoritos. Esta falta de análisis y la tendencia a guiarse por las apariencias se denomina sincretismo, propio de la etapa preoperacional del desarrollo cognitivo.
Luego, exploraremos los conceptos del desarrollo cognoscitivo y su relación con los ejemplos dados. Los seres humanos desarrollamos en tres aspectos fundamentales: biológico, cognitivo y socioemocional. Por ejemplo, cuando un niño entiende que su mamá existe aunque no la vea, está demostrando la permanencia del objeto, que se encuentra en la etapa sensoriomotriz.
También hablaremos del pensamiento egocéntrico, en el que los niños tienen dificultad para ponerse en el lugar de los demás y juzgar el mundo desde la perspectiva de los demás. Esto se evidencia cuando Pedrito cree que a todos les encanta el chocolate porque a él le gusta. Esta etapa corresponde al periodo preoperacional.
En cuanto a la clasificación de los casos con los conceptos del desarrollo cognitivo, encontramos que el pensamiento sincrético infantil se relaciona con el ejemplo de creer que llegará visita cuando la mamá barre. La incapacidad de ponerse en el lugar de otra persona y juzgar el mundo desde su perspectiva se asocia con el pensamiento egocéntrico, como en el caso de Pedrito y el chocolate.
La imposibilidad de colocarse en el lugar de la otra persona y juzgar el mundo a partir de lo que él siente o experimenta se relaciona con el pensamiento egocéntrico. Finalmente, el pensamiento reversible, en el que se busca regresar o invertir una acción, está presente en el ejemplo de hallar dos números que sumen en ambos sentidos. Esto ocurre en el periodo cognitivo denominado operacional concreto.
Continuando con el desarrollo cognitivo, se plantean casos relacionados con la capacidad de nombrar los días de la semana, clasificar juguetes según color y tamaño, y comprender la permanencia del objeto. Estos ejemplos corresponden a las etapas sensoriomotriz, operacional concreta y preoperacional, respectivamente.
En cuanto al desarrollo psicosocial, mencionaremos el conflicto de laboriosidad versus inferioridad, que se evidencia cuando Rosita se esfuerza en cumplir las tareas del colegio para sentirse competente, pero su madre le impide ayudar en las tareas del hogar. Este conflicto se resuelve exitosamente en la etapa de laboriosidad versus inferioridad.
El principio de maduración céfalo-caudal, en el que primero se desarrollan las habilidades relacionadas con la cabeza y luego el cuerpo y las extremidades, se observa cuando un bebé levanta la cabeza pero no puede levantar su cuerpo. Este principio está relacionado con la secuencia de desarrollo físico normal y se encuentra en la etapa sensoriomotriz.
En cuanto al labio leporino, un defecto de las estructuras de la boca, se considera un problema congénito que puede ocurrir debido al consumo de drogas, alcohol o hábito de fumar durante el embarazo.
Finalmente, se aborda el desarrollo emocional y el conflicto de confianza versus desconfianza. Cuando Margot le da de comer a su bebé, él se siente alegre y feliz. Sin embargo, cuando otra persona (su tía) asume esa tarea, el bebé llora al no ver a su madre. Este conflicto se relaciona con la etapa de confianza versus desconfianza.
Ejercicios de Psicología S15 2017 II